Y resulta que me salta a la vista el nombre "Carlos Imbroggiano", el embrollador embrollado, con su perfil en un sitio de traductores (parece que lo es; su prosa es correcta morfosintáctica y ortotipográficamente hablando), pero ¡es un perturbado mental que agrede en comentarios de blog, en flagrante discriminación de género, racial y quién sabe cuántas cosas más! Parece que la palabra "histérica" la usa con regularidad. Eso indica que él mismo es... un histérico. De manual.
Un tema más para los E-mails del Cielo. El acoso en redes, la agresión, la discriminación sobre la que se basa, el cuidado que hay que tener cuando nos vinculamos por estos medios. Porque gente como Carlos Imbroggiano existe.
Copio su comentario en Blog de Katia, cuyo tema es la cocina. Busquen abajo lo que dice, que es esto:
Katia: me parece muy bien que expongas tu punto de vista sobre las recetas, pero bajá un cambio porque una peruana atrasada como vos no tiene derecho a criticar nada de la Argentina. Somos un país de raigambre europea y realmente los platos de muertos de hambre que tienen ustedes nos chupan un huevo. Seguro que jamás en tu vida comiste los alimentos (calidad y cantidad) que se comen en la Argentina. ¡¡Andá a lavar los platos, histérica!!
Cordiales saludos,
Carlos>>
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No tengo ya dudas. Pero no me digan que daba para pensar en alguien contratado o ligado a la Editorial. Histeria no, tal vez un poco de paranoia. Alimentada por la realidad de saber que están muy rabiosos con nosotros, nos difaman y calumnian, y alegan "qué injusticia" lo que hicimos, que fue reclamar justicia, precisamente. Por ahora, caso cerrado. Por ahora. Gracias por leerme. Y sepan que esto puede pasar. Repito lo dicho arriba: cuidado.