sábado, 24 de mayo de 2008

Cómo es la historia de los E-mails del Cielo


Cuando uno ingresa en la carrera de Letras, se piensa escritor(a). Aunque no lo diga, aunque ni siquiera lo verbalice en pensamiento. Pero uno se sabe dominante de una capacidad..., la de escribir. Algún día.
No niego que se pueda pensar en la investigación, pero entonces nos creeremos capaces del ensayo. No niego que se pueda pensar en la enseñanza, pero entonces nos creeremos eficaces para decir lo que está bien o mal escrito, y eso implica... creer que uno sabe lo que es ser escritor. Si por ser escritor pensamos en qué se tiene que escribir y cómo.
Cómo no creer que se puede escribir, si nos estamos formando en un centro académico, desde donde se legitimiza por antonomasia la escritura en todas sus formas, donde nos "enseñan" a descubrir "qué se lee" cuando se lee.... Y, como consecuencia, uno piensa que ante el papel en blanco, después del vértigo, la ansiedad, la frustración llegará "el texto". Porque uno sabe. Y sabe qué texto hay que escribir para "honrar" ese saber y, quizá más especialmente, cuáles no.

Bueno, pues yo NUNCA en mi vida universitaria hubiera aceptado escribir estos E-mails del Cielo.

Sin embargo, la vida de Facultad pasó. Y entonces mi propia formación me impedía siquiera terminar algún cuento, disciplinarme lo suficiente para tener una rutina de escritura, porque presentía que no era capaz de una que respondiera a los cánones que había aprendido. Que me habían enseñado. Ni una cosa, ni la otra. ¿No había aprendido?, ¿no me habían enseñado? Frustré durante años una vocación... Mi escritura nunca sería "legal". Y preferí el silencio al delito. ¿Se entiende?

Pero ¿podía dejar de pasar la oportunidad de ver un libro mío publicado? NOOOOOOOOOO. Simplemente, no.

Y aquí está. No digo que lo haya mimado, ni valorado lo suficiente. Hasta, creo, le estoy pidiendo disculpas a esa parte mía que aún le pertenece a la Facultad de Filosofía y Letras por haberlo escrito. Pero ese libro del que hasta me parece he renegado, ha estado dando vueltas por todas partes, y se ha vendido, y se sigue vendiendo. ¿Quiénes leen el libro que yo no creí iba a escribir?
¿Qué pasa en esta historia de mis E-mails del Cielo para mujeres y yo?

En el próximo post lo cuento.
Arriba, la foto de la tapa completa, solapas incluidas, cuando todavía estaba "en diagramación" para que se vea cuántas operaciones hacen falta para que un libro puede ser un libro... No puse mi foto, lo cual dejo para análisis posteriores.

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